El daño del virus zika podría ser peor de lo que se pensaba
( Creces, 2016 )

El virus Zika no es un desconocido ya que su presencia ha sido detectada desde hace muchos años. Sin embargo, no se había comprobado que fuera dañino, ya que sólo produciría un poco de fiebre y síntomas ligeros, como los propios de un resfrío. Fue en el año 2015 que se supo que la madre contagiada durante el embarazo producía microcefalias en el recién nacido. Más recientemente el Centro de Control y Prevención de Enfermedades de USA, anunció que el Zika durante el embarazo, definitivamente producía defectos cerebrales congénitos. Ahora los expertos sospechan que sus daños podrían ser aún mucho mayores y más frecuentes.

Según Taran Dua, coordinador del estudio en que la OMS que ha estado realizando evaluaciones sobre el efecto del virus Zika durante el embarazo, señala que los daños van más allá que la microcefalia (Cómo actúa el viras Zika durante el embarazo). “Es un hecho que infecta las células del sistema nervioso central, pero solo ahora hemos comprobado la enormidad del daño cerebral”, señala Paolo Zanotto, virólogo de la Universidad de San Paulo. “En todo caso estos pueden ser muy variables; desde la no existencia de cerebro dentro del cráneo, estando este sólo lleno de líquido, o por el contrario puede ser este mínimo y el impacto se evidencia sólo cuando mas tarde comienza el proceso de aprendizaje.

En The Lancet del 7 de Junio (2016) se describen el caso en que el contagio con Zika no había producido microcefalia, pero a poco de nacer, el niño presentaba espasmos de los miembros y el escáner cerebral mostraba defectos como hipertrofia ventricular y una superficie cerebral lisa. Sin embargo, en el líquido cefalorraquídeo se detectaban anticuerpos contra el Zika, señal inequívoca que había sido infectado por este virus.

Ahora se han reportado casos de lactantes infectados in útero, que tienen problemas en los ojos, oídos o en otros órganos, como el corazón, el aparato digestivo y los genitales, que han sido atribuidos al Zika. Pero la confirmación del diagnóstico no es fácil, dado que los exámenes sanguíneos (anticuerpos) sólo son definitivos durante los primeros días después de la infección. Mientras que por otra parte las microcefalias pueden ser también causadas por otras etiologías, como la exposición al alcohol, las drogas, o por alteraciones genéticas.

Para tratar de afinar el diagnóstico, ya se están preparando estudios prospectivos, enrolando a miles de mujeres embarazadas en áreas donde el Zika está circulando. Los investigadores esperan pesquisar las infecciones de las mujeres, para luego hacer un seguimiento de sus hijos hasta por lo menos los dos años de edad. Sólo así se podrá llegar a conocer con cierta seguridad el real impacto del daño y cómo es realmente el síndrome del Zika en el recién nacido.

En todo caso hay buenas noticias para Brasil. Manoel Samo, médico de la Universidad Federal de Bahía, señala que hasta hace poco estaba viendo hasta diez casos de microcefalias por semana y que ahora sólo ve una por mes. Piensa que ello refleja una caída lo que coincide con la estación seca que ha disminuido la extensión del virus.



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